Jueves 9 de Abril de 2015
El rechazo de la demanda de
paternidad del rey Juan Carlos y las excusas del Tribunal Supremo
Ya hemos hablado sobre esto, pero no me resisto a hacerlo de nuevo.
Según la prensa, el Tribunal Supremo explica en su resolución que al
interponerse la demanda había un principio de prueba suficiente para admitir a trámite
la demanda, pero que han sido las actuaciones posteriores de la actora las que
han vaciado ese principio, para reducirlo al más “completo vacío”.
Causa un poco de sonrojo esta afirmación, siempre, claro está, que sea
cierta. El principio de prueba existe o no existe; si existía, la demanda se debería
haber admitido a trámite y sustanciarse el pleito. Mi opinión, ya lo dijimos en
su momento, es que ese principio no existía y el Tribunal cometió un craso error
que ahora quiere justificar. Lo vuelvo a repetir, con la historia que narró la actora, y el error
del Tribunal Supremo, los juzgados estarían llenos de demandas de paternidad:
tantas como inventores de historias existiesen en el momento; precisamente lo
que no quiso el legislador.
Valentín Cortés
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