Lunes 15 de Septiembre de 2025
La actuación del Gobierno en
la Vuelta, un claro fenómeno de
arbitrariedad
Todo indica que lo ocurrido en el
final de Vuelta ciclista a España tiene su base, en gran parte, en las
manifestaciones del Presidente de Gobierno y de algunos ministros de claro apoyo
y protección a los manifestantes, que, nótese, en ese momento ya ejercían la violencia
para impedir el libre transcurrir de la prueba ciclista. Aquellas declaraciones
han, por lo que se ve, exacerbado la violencia de los manifestantes, pues se
han sentido apoyados, protegidos y justificados por el propio Presidente.
Es evidente que la Vuelta es un acontecimiento
deportivo y social que afecta a gran parte del territorio nacional y que, en consecuencia,
debe contar con los permisos oportunos de las autoridades competentes en cada
una de las zonas y materias que se ven afectadas. Permisos que, sin duda, se
concedieron conociéndose la nacionalidad de los participantes. Esos permisos
conllevan necesariamente el plus de la protección del Estado, mediante los
mecanismos oportunos para que la carrera sea segura para los participantes, sea
cual sea su nacionalidad, y para los ciudadanos. El Estado no puede conceder
esos permisos para después, al socaire de intereses políticos evidentes,
declinar su imprescindible asistencia para que se respeten los derechos de todos.
La actuación del Presidente y su Gobierno es de una enorme arbitrariedad
pues ha impedido, además, algo tan elemental como el cumplimiento de lo que se
establece en el art.9.2 de la Constitución como obligación del Estado: promover
las condiciones para que la libertad de los individuos y de los grupos sean
reales y efectivas y remover los obstáculos que impidan o dificulten su
plenitud, facilitando la participación de todos los ciudadanos, en este caso,
en la vida cultural y social.
Valentín Cortés
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