Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

lunes, 25 de febrero de 2013



Lunes, 25 de Febrero de 2013

La palabra fulminante

Los políticos, por lo que leo en la prensa, oigo en las emisoras de radio y veo en TV, tienen el convencimiento de que con la palabra tumban a sus contrincantes. Salen en TV, con la frase preparada, ponen cara seria, enfatizan y (...) se supone, el enemigo ha caído fulminado. ¡Buscan desesperadamente la palabra fulminante!

 Ahora, han descubierto una: “la querella” que, como decía un antiguo conocido, había que “ponerlas a pares”. No hay día  en que algún político advierta al contrario de que como no “ponga” una querella de forma inmediata su credibilidad será nula y de que, peor aún, quedaran demostradas todas las ocurrencias de cualquiera que haya subido al estrado, haya escrito un papel,  o haya hecho una declaración más o menos pública. Realmente, se echa de menos un poco de formación jurídica en nuestra clase política.

Las querellas (que no se ponen, se interponen) no arreglan los problemas políticos y mucho me temo que se está equivocando el sistema y el método de acabar con el contrincante; por eso hablan ellos, y la gente de la calle, porque de ellos aprendemos, de la lacerante lentitud de la Justicia; quisieran que también la Justicia se adhiriera, sin  más, a la palabra fulminante con una sentencia igualmente fulminante. Si echan mano de lo jurídico, deberían conocer los elementos del medio y no cometer disparates.

Valentín Cortés

2 comentarios:

  1. Pero entonces, ¿qué es una querella y por qué pueden los jueces fulminar todo este "querellismo"?

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    1. La querella es un escrito dirigido al organo judicial en el que se acusa a alguien de la comisión de un delito; la acusación no significa que el juez deba aceptarla; el juez debe investigar los hechos, determinar si la acusación se refiere a un hecho con caracter de delito, si esos hechos se han producido en la realidad, si los ha cometido la persona acusada, y, solo cuando estima que existen indicios racionales de criminalidad, imputa al acusado y ordena abrir el juicio para que otro órgano juzgue al acusado imputado. Por eso digo que la sentencia no puede ser fulminante como la acusacion, pasará mucho tiempo antes de que haya sentencia. Por eso los problemas políticos no se pueden arreglar interponiendo querellas, por eso los políticos que se parapetan tras las querellas equivocan el camino: ese no es el adecuado para arereglar los problemas políticos

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