Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

miércoles, 10 de septiembre de 2014


Miércoles 10 de Septiembre de 2014

 

La cansina amenaza.

Todos los días (mañana, ya verán, mucho más) oímos a los señores de la autonomía catalana decir con gran pomposidad que la consulta-referéndum se va a celebrar el próximo día 9 de Noviembre. Es decir, todos los días oímos a representantes de un órgano del Estado amenazar con subvertir el orden constitucional. Eso, los buenos, los que dicen que actúan dentro de la legalidad. Los otros, los malos, los que no cumplen la ley (¡), ahora nos amenazan con la desobediencia civil.

Para el que no tiene formación jurídica es sorprendente y cansino este continuo anuncio de quehacer ilegal.

A mí me recuerda  a un socio de un despacho de abogados, donde trabajé cuando empezaba mi carrera como abogado, que siempre decía, para amenazar y amedrentar, que “iba a meter un par de querellas” contra la persona de turno. Nunca vi a nadie de los concernidos con tan singular amenaza inmutarse siquiera. Y nunca vi ese fenómeno tan especial de la interposición (¿”metedura”?) de un par de querellas al mismo tiempo.

Yo, que estoy concernido, como español, por tan cansina amenaza catalana, no me siento especialmente preocupado ni por el referéndum ni por la desobediencia civil (¡las amenazas, siempre a pares!). Solo sé lo que el Estado tiene que hacer (como aquellos amenazados por las querellas) si se pasa de la amenaza al acto. Estoy seguro que lo hará.

Valentín Cortés

 

 

martes, 9 de septiembre de 2014


Martes 9 de Septiembre de 2014
 










 
La encrucijada en la que se encuentra el Tribunal Supremo.
La remisión que ha hecho la Juez Alaya de la causa, llamada de los EREs, al Tribunal Supremo, al considerar que se debe imputar a un buen número de aforados de distintos Gobiernos andaluces, pone al Tribunal Supremo ante su responsabilidad.
No hablo de la responsabilidad civil, penal o disciplinaria (que se recoge en la Ley Orgánica del Poder judicial, aun cuando de manera lamentable), sino ante su responsabilidad política y social, que la sociedad española le va a exigir porque, por desgracia, la clase política de este país ha convertido al Tribunal Supremo en poder político. Nos jugamos el prestigio de una institución y de uno de los Poderes del Estado, en el que la sociedad española, de forma viciada y dirigida, ha puesto sus esperanzas de regeneración.
Los ajenos a estos menesteres a los que nos dedicamos, quizá comprendan ahora las luchas políticas tan tremendas que se dan cada vez que hay que renovar el Consejo General del Poder Judicial, que es el órgano que debe nombrar a los magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que es, a su vez, el Tribunal que debe decidir, por ejemplo, ¡qué casualidad!, si se imputa y de qué manera a estos señores a los que la Juez Alaya entiende que hay que imputar.

  Quizá también comprendan la lucha política, que no jurídica, para nombrar en los próximos días al Presidente de esa Sala

Valentín Cortés

 

lunes, 8 de septiembre de 2014


Lunes 8 de Septiembre de 2014

 

Leguleyo

 

Con esto de la Diada dicen los periodistas, los que con él han hablado, que el Sr. Mas dice que no hará nada ilegal.

Si él convoca un referéndum (que ahora van a llamar consulta) en base a una ley autonómica que se lo permite, ¿Qué ilegalidad puede cometer? Como buen leguleyo parece que dice que hasta que el Tribunal Constitucional no declare lo contrario la ley será plenamente valida y eficaz; por tanto, él  estaría en la más estricta legalidad. Y dicen que añade: lo que se necesita es que el Gobierno no recurra esa ley al Tribunal Constitucional.

 Si es así, tal como dicen que es: estaríamos en presencia del ejemplo perfecto del leguleyo, pues lo mismo da que lo haya dicho por cinismo que por ignorancia.

Pero,  ya hace muchos años, Don Federico de Castro, maestro de los civilistas españoles, explicó con todo detalle lo que era el fraude a la Ley: utilización de una norma de cobertura para conseguir un resultado no querido por la Ley (en este caso, la Constitución)

Intentar explicar a un leguleyo, cínico o ignorante, lo que es el fraude a la Ley es tarea imposible porque no tienen la sutileza necesaria para comprenderlo o no les conviene comprenderlo.

Valentín Cortés

 

domingo, 31 de agosto de 2014



31 de Agosto de 2014






De vuelta


El próximo día 8 de septiembre vuelvo con ustedes.
 
Han sido dos meses de verano muy movidos jurídicamente hablando, y , a veces, me han entrado ganas de opinar sobre muchas de las cosas que han ido ocurriendo en este país nuestro tan complicado.


He preferido no hacerlo, porque las vacaciones son, entre otras cosas, para relativizar y no para solemnizar las cosas.


Pero, como no, me hubiera gustado comentar eso de que "nosotros somos serios": nadie había llegado tan lejos ( en Chicago en aquel entonces sí), en afirmar que se puede ser serio violando la ley.


Valentín Cortés

lunes, 7 de julio de 2014



Lunes 7 de Julio de 2014


 


Vacaciones


No me resisto a darme vacaciones, y a ustedes, por eso de que me siguen, (¡gracias!) también.


Creo que el año pasado lo hice por estas fechas. Este  volveré el día 8 de Septiembre, y, si tenemos suerte, a lo mejor dejamos de hablar de los casos recurrentes de este curso.


No cambiarán, estoy seguro, los temas que afloran todos los días en la prensa de nuestra España: sobre esos temas, que me preocupan, seguro que seguiré escribiendo mi opinión jurídica.


Valentín Cortés

jueves, 3 de julio de 2014


Jueves 3 de Julio de 2014

La instrucción del caso Noos

La noticia que recoge toda la prensa es que una nueva declaración del contable de Noos añade elementos de juicio para nuevas imputaciones.

La sociedad comprueba, una vez más, la ineficacia de la Justicia, pues se trata de una sumario abierto durante más de cuatro años, para que, en el acto final, en donde están decididos por el juez instructor quienes son los imputados y por qué delitos ( todo pendiente de los enésimos recursos), se aporten declaraciones que modifican, seguro, las imputaciones, amén de que ayer la prensa recogía que la defensa del Sr. Torres sigue aportando correos electrónicos que tenía guardados en el cajón, no tanto para defenderse o evitar su imputación, como para propiciar la de terceras personas. ¡Todo sorprendente!

Es evidente que una reforma seria de nuestra Ley pasa por una modificación revolucionaria de la instrucción penal que, además de fijar un tiempo máximo para investigar, debería ser llevada por el Ministerio Fiscal y acabar con este sin fin de actuaciones, sin procedimiento prestablecido, que nos trasladan a los procedimientos medievales.

Valentín Cortés

miércoles, 2 de julio de 2014


Miércoles 2 de Julio de 2014

La hora del Consejo Fiscal

Vengo diciendo que el descredito de la Justicia es tremendo en nuestra sociedad y que el deterioro es patente.

Ahora el Consejo Fiscal sale en defensa del Fiscal del caso Noos y pide de forma genérica respeto a los jueces para con los Fiscales. Eso he leído en www.elmundo.es. Y lo hace con parecidas palabras que ya utilizó el Consejo General del Poder Judicial para defender al Juez de las palabras del Fiscal.

El ciudadano contempla atónito como los dos órganos funcionales, absolutamente imprescindibles en el proceso penal y en la jurisdicción en general (Jueces y Fiscales), se tiran los trastos a la cabeza y sus órganos rectores se encastillan defendiendo posturas que son corporativas.

Si el Juez Castro cree que el Fiscal lo ha injuriado o calumniado lo que tiene que hacer es querellarse y no andar como en patio de vecino diciendo bravatas que son amparadas por el Consejo General del Poder Judicial. Y si el Fiscal no ha faltado el respeto a nadie, como es mi parecer, lo que tiene que hacer el Consejo Fiscal es manifestar que no ha habido falta de respeto alguna. Todo lo demás sobra y escandaliza.

Valentín Cortés