Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

lunes, 20 de mayo de 2013


Lunes, 20 de Mayo de 2013

La responsabilidad del Consejo General del Poder Judicial -


No hay cosa mas triste que una arrancada de caballo que termina en parada de pollino. Lo digo por la causa que se sigue contra el Sr. Blesa.
Dije el viernes que ahora empezaba la guerra, pero no me imaginaba la guerra que estaba preparada. Por lo que leo, el fiscal va a pedir la nulidad de todo, “Manos Limpias”, parte acusadora, arremete y denuncia al fiscal por creer que está favoreciendo al Sr. Blesa y pide su sustitución,y, para colmo, pide al Consejo General del Poder General, que le ponga al Sr. Silva(el Juez) un juez de apoyo, para que se pueda dedicar, me imagino, de lleno a este caso; nunca había sabido de un celo parecido en una parte acusadora que no encuentra apoyo en el Ministerio Fiscal. Y por si fuera poco, nos hemos enterado por prácticamente toda la prensa, que el Sr.Juez no es precisamente un modelo en el cumplimiento de sus obligaciones civiles.
Y mientras tanto, el pueblo ( que, como en el mirabrás, “es sabio y me abona, voz del pueblo, voz de cielo”), empujado por una prensa,radio y TV poco formadas y nada cultas, clama y está desorientado, porque en la plaza pública no se va a “ajusticiar” a nadie, como parece que iba a ocurrir.¡El poder de los ricos!
Pero para “ajusticiar” siempre ha hecho falta(supuesto todo lo demás, que ya veremos) un verdugo. Los verdugos, si seguimos el símil, tienen que ser formados, vigilados, inspeccionados, incluso, sancionados, por el Consejo General del Poder Judicial, que,  es evidente, no cumple con su deber si es verdad lo que cuentan del Juez y de lo que hace; y si son infundios, que ampare de forma inmediata a este Juez, para que no haya ni caballos ni pollinos.
Valentín Cortés

viernes, 17 de mayo de 2013


Viernes,17 de Mayo de 2013.

El Sr. Blesa

Por lo que han publicado los medios de comunicación no me he podido enterar bien de cuales han sido las causas determinantes de que  Juez de Madrid, que está investigando la conducta del Sr. Díaz Ferrán haya podido enviar a prisión al Sr. Blesa. Para ello ha apreciado peligro de fuga y posibilidad de ocultación y destrucción de pruebas.
En cuanto al peligro de fuga nada puedo opinar, pero, quizá, en otros casos, lo que han hecho los jueces es retirar el pasaporte y obligar al imputado a presentarse todos los días en el Juzgado. En  cuanto a la destrucción de pruebas, no se entiende bien que, basándose todo, según la prensa, en un informe del Banco de España de Abril de 2010, se pueda destruir algo.
La prisión, además, requiere que se investiguen delitos de cierta gravedad y lo que destacan los periódicos es la compra desastrosa de un banco americano por Caja Madrid en 2008. Seguro      que el juez ha apreciado la comisión de delito, pero para decretar por ello la prisión, a simple vista, no parece que haya base suficiente.
La lucha procesal ha empezado, porque habrá de resolverse la recusación que el Sr. Blesa ha planteado y, posiblemente, habrá que decidir si existe conexión entre los delitos que se investigaban del Sr. Díaz Ferrán y estos que se le imputan al Sr. Blesa. Desde mi ignorancia del caso, no se ve mucha conexión.
Lo que no sé es si el juez tendrá la sensación de los jugadores de “siete y media” que no se pasan, pero tampoco llegan. Lo digo porque el Sr. Blesa ha prestado la fianza en menos de 24 horas.
Valentín Cortés   

jueves, 16 de mayo de 2013


Jueves 16 de Mayo de 2013

Hoy como ayer


No me resisto; aunque ayer escribí de algo parecido, la noticia aparecida hoy en toda la prensa referida al ex director financiero de Invercaria, me anima a seguir hablando del nepotismo con extensión subjetiva.
Un juez de Sevilla le ha tomado declaración como imputado y ha declarado, me imagino que connaturalidad, que era amigo de un hijo del presidente( por eso lo contrataron), bachiller, no tenía experiencia, no sabía lo que era el capital riesgo, pero, daba la casualidad, de que Invercaria, sociedad para la que se le nombró, y él aceptó, director financiero, es y era la sociedad de capital riesgo de la Junta de Andalucía.
¡Ahora se comprende mejor por qué el Sr. Pacheco decía ayer que la sentencia que lo condenó era un disparate!  Ha debido ser la primera.
La Justicia debería ser implacable con este tipo de conductas, para que se castiguen como delitos que son. Aunque incluso el ex director financiero piense que ha tenido una conducta intachable, porque, ha declarado que solo firmaba lo que le decía el jefe, es decir, su empleador, vamos, el padre de su amigo.
Valentín Cortés


miércoles, 15 de mayo de 2013


Miércoles 15 de Mayo de 2013

La Justicia no es un cachondeo.

Leo en la prensa que el Sr.Pacheco, que fue varias veces alcalde de Jerez de la Frontera, y actualmente concejal de dicho Ayuntamiento, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Cádiz por prevaricación y malversación a cuatro años y seis meses de prisión. Por lo que dice la sentencia, se da por probado que el Sr. Pacheco firmó siendo Alcalde varios contratos, evidentemente ilegales, para favorecer a varios amigos.¡El nepotismo en sentido estricto, pero con extensión subjetiva!
Hace ya muchos años estuvo a punto de acabar su vida política por decir que “la Justicia es un cachondeo”. Ahora, si lo dijera, no correría ni tendría ningún peligro. Parece ser que ha dicho, ayer, que la sentencia “es un disparate”. El problema que tiene ahora es que ha sido condenado por lo que deberían haber sido condenados muchos antes que él. Quizá por eso dice que la sentencia es un disparate.
Si la sentencia está fundada, que no lo sé y que solo lo determinará el Tribunal Supremo, el Sr. Pacheco tendrá que revisar su teoría de que la Justicia es un cachondeo. Si la sentencia es un disparate, por no ser lo normal o corriente, tendremos que esforzarnos por cambiar las cosas y seguir confiando.
Valentín Cortés 

martes, 14 de mayo de 2013


Martes, 14 de Mayo de 2013

Las tasas judiciales

Leo en www.elmundo.es que el Consejo General de la Abogacía ha publicado unos datos sobre la incidencia de la Ley de Tasas judiciales en el número de pleitos interpuestos en materia contenciosa administrativa. No sé qué rigor puede tener el dato que se nos da, pero sería alarmante, si fuera serio.

Tengo que decir que soy partidario de imponer tasas por la utilización de los servicios judiciales; no es posible que en España se litigue más que en ningún país europeo, posiblemente porque es más barato hacerlo que ponerse de acuerdo, buscando la composición y el arreglo.

Hasta que no tengamos estadísticas fiables y serias no cabe hacer conjeturas y menos publicarlas con todo tipo de alarmas.

En cualquier caso, la tasa debería ser mínima en primera instancia, fuerte en segunda instancia, y muy fuerte en casación. Pero debería ir acompañada de condena en costas por el vencimiento, sin excepción alguna y de algo que se echa de menos en la reforma que se está pergeñando de la Ley Orgánica del Poder Judicial: un sistema ágil y eficiente para exigir responsabilidad a los jueces y tribunales por los clamorosos y cada vez más numerosos casos (de los que tampoco hay estadísticas fiables ni encuestas ni datos del Consejo General de la Abogacía) de sentencias no estudiadas y descuidadas, que también causan mucho daño y enorme indefensión a los ciudadanos.

Ahora sería una buena ocasión para arreglar todo esto, porque todo es un conjunto.

Valentín Cortés

lunes, 13 de mayo de 2013


Lunes, 13 de mayo de 2013

El futuro del jurado

La Constitución, que fue producto de un ir y venir de pactos generales y parciales, incluyó en el art. 125 el principio de que los ciudadanos participarían en la Administración de Justicia mediante “la institución del Jurado”.

Nada más inútil, menos necesario, y más alejado de la Justicia, según nuestra tradición jurídico-procesal, pero que entró como un avance “democrático”. Realmente la Justicia no se legitima democráticamente porque unos ciudadanos entren en el Tribunal penal como jurados, porque la legitimación democrática viene de que los jueces están siempre sometidos al imperio de la Ley, como dice el art. 124 de la Constitución. Algo tan antiguo como Montequieu (De l´esprit des loix).

Ahora me entero (www.abc.es) que en el proyecto del Gobierno de la futura Ley de Enjuiciamiento Criminal se reduce la competencia del Jurado a los delitos de asesinato y homicidio; solo la existencia de la Constitución impide la desaparición del Jurado.

Si  se aprueba al final, sea bienvenida la reforma, pues realmente no veo la ventajas de que nos juzguen personas que no tienen la menor formación jurídica, que no tienen, pues, la sensibilidad que se necesita, y que, por demás, están sometidas sin matices a los juicios paralelos a los  que tan acostumbrados nos tienen nuestra prensa y medios de comunicación.

Valentín Cortés

 

 

viernes, 10 de mayo de 2013


Viernes[ 10 de Mayo de 2013

No podemos perder la esperanza.-

Yo no la pierdo y eso que acabo de leer en www.elconfidencial.es el auto que ha dictado Don Marcelino Sexmero Iglesias, Magistrado del Juzgado de Instrucción núm. 4 de Madrid sobre la licitud, sin reparos, del llamado escrache que unos manifestantes hicieron en el domicilio dela Sra. Vicepresidente del Gobierno. Aconsejo vivamente que se lea.

Este es un buen ejemplo de la aplicación alternativa del derecho y de lo que he dejado escrito en varias ocasiones: la aplicación del derecho  que nos gustaría que fuera en lugar del derecho que es vendría en el mundo en que nos movemos en nuestra sociedad por el camino de la interpretación forzada del Derecho o de los hechos, que incluso podemos descomponerlos a nuestro placer y ahí quedan. Por ese camino el Derecho se convierte antes o después en ideología.

Pero como digo no podemos perder la esperanza de que el estudio sirva para acertar y no para errar, que las palabras y los términos tengan el significado que deben tener y no el que nos conviene en un  momento dado; y que en las oposiciones a judicatura, además de saberse los temas del programa de memoria, se exija y se imbuya en el opositor, que después nos ha de juzgar, sentido común, mucho sentido común. Porque ¿para qué queremos jueces que carecen de sentido común?

Yo no pierdo la esperanza.

Valentín Cortés


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