Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

martes, 10 de diciembre de 2019


Martes 10 de Diciembre de 2019

Dialogo constitucional penoso, en cualquier caso

Toda la prensa de este martes, post “puente”, se ocupa en extensión de las negociaciones entre PSOE y Esquerra republicana. Las últimas noticias que tenemos es que se avanza en la búsqueda de la solución del “conflicto catalán”.

Ese llamado conflicto – no olvidemos que estamos en conversaciones donde se practica el “cantinflismo” (que yo definiría como hablar uno con otro sin saber lo que decimos, sin importarnos que así sea, pero suponiendo que, al final, nos entendemos)- significa que Esquerra quiere subvertir el Orden constitucional y que el PSOE no lo quiere, pero que no le importaría que la contraparte así lo entendiera, con  tal de que  así no pareciera a los que están presenciando la escena: es decir, a nosotros.

Pero, el que “sufre” el “cantinflismo”, al final, quiere hechos, actos; y es ahí donde está el problema, porque el genuino Cantinflas nunca hizo nada, ni propició hechos, ni mucho menos llevó a cabo actos que supusieran engaño a los espectadores: es decir, a nosotros.

Ese es el problema que tiene el PSOE para dialogar o negociar con Esquerra: que tiene que romper el Orden constitucional. ¡A no ser que Esquerra también esté “cantinfleando”! Y en cualquiera de los supuestos este dialogo es penoso e insoportable constitucionalmente.

Valentín Cortés

 

 

 

jueves, 5 de diciembre de 2019


Jueves 5 de Diciembre de 2019

Políticos fuera de la realidad social

Toda la prensa digital, o, al menos, la menos sectaria (desde el punto de vista no independentista), pone de relieve que los condenados por sedición podrán disfrutar de un régimen de semi-libertad a partir de los próximos días.

No me cabe duda jurídica que eso será posible por una aplicación (interpretándola, digámoslo así, de forma generosa) de la Ley Penitenciaria.

Como no se me oculta que esa interpretación generosa es posible porque el Tribunal Supremo no accedió a la petición del Ministerio Fiscal de que se cumplieran un mínimo de las penas impuestas en la sentencia por sedición. Sin duda pudo hacerlo, pero también aplicó de forma generosa, interpretándola, la legislación penal.

En nuestra legislación penal tenemos un problema muy grave que, dudo mucho, pueda ser arreglado ahora que estamos inmersos en este batiburrillo de poderes políticos entrecruzados; problema que consiste en que el legislador penal pensó tanto en la reinserción del condenado que se olvidó de los intereses de los perjudicados por el delito, y permite, y casi impone, las interpretaciones “generosas”.

Pero, claro, estos problemas jurídicos incomodan gravemente al político que prefiere pensar que es más progresista y democrático (¡por supuesto adaptado a la Constitución!) proteger al delincuente y olvidarse de la víctima, que, a la postre, somos todos los ciudadanos, y que deben ser el centro de la justificación de la existencia del Derecho penal. Porque,¿ si no para qué se castigan penalmente conductas?

Valentín Cortés

 

miércoles, 4 de diciembre de 2019


Miércoles 4 de Diciembre de 2019

El Sr. Ábalos y las películas malas del oeste

Como en las películas malas del oeste, si un hilo muy débil de humo se eleva por detrás de la colina, ya sabemos que a los dos minutos aparecen cientos de indios a caballo dispuestos a asaltar la caravana de pacíficos granjeros, en la política de hoy si un ministro, como el Sr. Ábalos, (www.abc.es) dice, en relación a la política catalana, que la voluntad del Gobierno es “encarar el conflicto y no negarlo” y que “hay que buscar cauces de expresión para que el independentismo no tenga que situarse fuera de la Ley”, debemos estar seguros que estamos próximos a una irremediable violación de la Constitución, para que, interpretándola, haga posible una ley que permita que el independentismo “ no se tenga que situar fuera de la Ley”.

Escribo esto para recordar a los miembros del Tribunal Constitucional que han sido elegidos, no sólo para resolver “esplendidos” recursos de amparo, que sólo interesan al sujeto que tiene la suerte de que se lo admitan a trámite, sino para preservar el orden constitucional. Que sin duda tendrán ocasión de hacerlo cuando, dentro de unos meses, se enfrenten (tan inevitablemente como en las películas del oeste) a los “indios” que quieren asaltar el orden constitucional en el que nos amparamos modestos y probos ciudadanos. ¡De aquellos dependerá que esta particular película termine bien!

Valentín Cortés

martes, 3 de diciembre de 2019


Martes 3 de Diciembre de 2019

El acatamiento a la Constitución

Esta mañana, como otras veces anteriormente, hemos asistido a la retahíla de acatamientos a la Constitución de los Diputados y Senadores. Realmente es un espectáculo, pero creo que sin trascendencia jurídica-constitucional.

Lo importante en esas promesas o juramentos es que se hagan sin estar condicionadas por nada, de modo que la manifestación debe ser, todo lo barroca y adornada que queramos, pero directa y diáfana en cuanto al objeto de esta. Si hay alguno que se haya salido de ese esquema, debe impugnarse; pero de ahí no cabe pasarse en el comentario.

Ya le advirtió sabiamente, por cierto, el Magistrado Sr. Marchena a aquel testigo, que iba prestar testimonio en el proceso por sedición, que hacerlo, adornado por el “imperativo legal”, era una perogrullada. Pues bien, todos estos acatamientos adornados no son sino una manifestación más de nuestro barroquismo irredento que lo mismo manifestamos en un pésame en un funeral que en una felicitación navideña. En este caso de las Cortes, el barroquismo que se manifiesta es, además, manifestación de la poca tradición y cultura cívicas y políticas de cierto sector de nuestra clase política.

Valentín Cortés

lunes, 2 de diciembre de 2019


Lunes 2 de Diciembre de 2019
Un modelo de lectura constitucional trasgresora
Dice el Sr.Urkullu, que  como sabemos es  el presidente de la Comunidad autonómica vasca, no sé con qué seriedad ( la prensa digital no recoge el audio de tal declaración), que el “derecho a decidir” sí está en la Constitución, bastando para ello una interpretación flexible de aquella. Y añade que el Estatuto vasco declara que el País Vasco se constituye en autonomía, lo que es tanto como que se ha reconocido estatutariamente que el pueblo vasco pueda decidir.
Pero, claro está, una cosa es que el pueblo vasco (entendido por tal el conjunto de personas que vivían en las provincias vascongadas en el momento de la aprobación del Estatuto), ejercitara el derecho a la autonomía reconocido en el art. 2 de la Constitución, con arreglo a la propia Constitución (eso es lo que permite el art. 143 de la Constitución) y otra cosa es que de ahí se quiera deducir que también tiene el derecho al ejercicio de la autodeterminación o escisión.
Ni siquiera a un alumno que iniciara sus estudio de Derecho se le ocurriría tal despropósito jurídico-constitucional. Ni nadie con un mínimo de cultura podría mantener que tal lectura de la Constitución (art. 143) es un ejercicio de interpretación, ni siquiera flexible: es claramente una trasgresión no sólo del espíritu, sino de la propia letra de la Constitución.
Valentín Cortés

viernes, 29 de noviembre de 2019


Viernes 29 de Noviembre de 2019

La disminución anunciada del mercado hipotecario

He leído en la prensa económica de esta mañana (por ejemplo vid. www.eleconomista.es) que, según el Instituto Nacional de Estadística, el número de hipotecas firmadas en este mes de Noviembre es un 31,6% inferior al del año pasado, y el menor desde 2014. Esto en un momento, añado yo, en que la economía sigue creciendo, aunque ahora de forma más moderada.

Es evidente que la causa de esto no es en su totalidad  la nueva Ley hipotecaria que se aprobó hace pocos meses, tal como aventura esa prensa, pues existen, seguro, otros factores que influyen, que yo calificaría, de económico-psicológicos; pero también es cierto que, como hemos adelantado en varias ocasiones, los cambios de legislación que se efectúan para proteger o favorecer la posición jurídica de alguna de las partes en un negocio jurídico, acaban por “pasar factura” al mercado. Es claro que la nueva legislación hipotecaria ha cargado las tintas contra las entidades financieras, para proteger al consumidor, y ello ha afectado al sector que, quizá, hoy no ve tan apetecible el negocio hipotecario. Ya lo advertimos en su momento. Como ocurre, en cierta medida (también lo dijimos) en el caso de arrendamiento de viviendas, en que la protección excesiva del arrendatario hará, indefectiblemente, contraerse al mercado del arrendamiento.

Pero estas son las consecuencias anunciadas de legislar desde una posición con cierto tinte populista.

Valentín Cortés

jueves, 28 de noviembre de 2019


Jueves 28 de Noviembre de 2019

El enfoque constitucional de la investidura

En este inmenso embrollo de las negociaciones para la investidura de Presidente de Gobierno, y frente al juego de presiones de los distintos grupos implicados, que naturalmente no miran los intereses generales, sino los particulares, se insiste por Sr. Casado (vid. hoy de nuevo toda la prensa digital) que no va a ayudar a la investidura ni con su voto favorable al Sr. Sánchez ni con la abstención, que las dos posturas serían suficientes para que aquella se consiguiera.

Desde el punto de vista constitucional no es un bien, en sí mismo, que se consiga la investidura; pues es claro que la propia Constitución prevé tal posibilidad y establece alternativamente para dicho caso un mecanismo automático de celebración de nuevas elecciones.

Sí es un bien constitucional, en sí mismo considerado, que haya Gobierno de la Nación y que tenga los apoyos suficientes para llevar a cabo una política previamente pactada; y que si no se lleva a cabo se pueda posibilitar la moción de censura por el sector político que ha apoyado la formación de Gobierno. Todo lo demás sería un fraude insostenible constitucionalmente.

Desde este punto de vista, hace bien el Sr. Casado en no propiciar la investidura si no es que se llega a pactos previos de Gobierno.

Valentín Cortés