Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

martes, 10 de mayo de 2016


Martes 10 de Mayo de 2016

El sentido común en las resoluciones judiciales

Los jueces deben aplicar el Derecho y no ser arbitrarios, pero aplicándolo deben fundamentar sus resoluciones y mover la fundamentación entre la razón y el sentido común.

Lo digo por la resolución  de un juez que ha ordenado buscar los restos mortales de dos personas en el Valle de los Caídos. Son restos que, según la noticia que publica la prensa y que se deduce, parece ser, de las mismas actuaciones judiciales, no están identificados, que no se tiene la certeza que fueran trasladados de Calatayud (donde fueron fusilados y enterrados en una fosa común sin identificación alguna) hasta el Valle de los Caídos y que tampoco se sabe en qué fosa común pueden estar enterrados dentro del Monumento.

Si la realidad es como la cuentan los periódicos, el Juez ha dictado su resolución en base a un derecho que existe (el de darle sepultura cierta y digna los familiares de los fallecidos); igualmente, ha dictado una resolución fundamentada pero poco o nada razonable, sobrada de buenas intenciones y falta de sentido común, pues dadas las condiciones reales será imposible ejecutarla, dada la intrusión necesaria en el derecho de otros parientes a que no se manipulen los restos de sus familiares allí enterrados. Es una resolución desgraciadamente inútil, pues no servirá para conseguir el fin que se pretendía.

Valentín Cortés

lunes, 9 de mayo de 2016


Lunes 9  de Mayo de 2016

De nuevo con los pitos al Rey y al Himno Nacional

He leído en www.europapress.es que el Juez de la Audiencia Nacional competente ha archivado de nuevo la causa por la pitada al Rey y al Himno Nacional.

Es difícil imaginarse que los pitos al Rey y al Himno Nacional, en la final de la Copa del Rey de futbol, no se produjeron para menospreciar, injuriándolo, a la máxima institución del Estado y a uno de los símbolos del Estado, como es realmente imposible, al menos intelectualmente, imaginarse que aquel fue un acontecimiento espontaneo y no preparado y alentado por entidades y personas concretas que incluso repartieron pitos a la entrada del estadio.

El Juez, sorprendentemente, ha superado en su auto de archivo esas dificultades lógicas e intelectuales, y, por supuesto, no estoy de acuerdo con él, pero curiosamente, y eso es lo quiero ahora resaltar, sin desarrollar una mínima labor de investigación que le permitiera encontrar a los organizadores e instigadores del acto, que tiene que haberlos. Como es sorprendente que admitiera a trámite la querella de Manos Limpias sin exigirle, como hace ahora, con retraso evidente, que justifique la aprobación en el órgano competente del Sindicato de la aprobación de interposición de la querella.

Todo, pues, da la impresión de endeblez lógica y procesal en ese auto de archivo.

 

Valentín Cortés

viernes, 6 de mayo de 2016


Viernes  6 de Mayo de 2016 

Tergiversar tiene poco recorrido

Prácticamente toda la presa digital de hoy nos traía la noticia alarmante y escandalosa de que la Fiscal, en su escrito de contestación a la apelación de doña Rita Maestre (famosa por asaltar la capilla de la Universidad Complutense, medio desnudarse y gritar consignas contra la Iglesia Católica) contra la sentencia que la condenó en primera instancia, la había insultado llamándola puta, bollera y otras lindezas.

Había pensado yo que no podía ser cierto que la Fiscal, además de contravenir el principio de que en el proceso se debe actuar de buena fe (art. 11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial), y  haber podido cometer un delito de injurias y una falta disciplinaria y, además, de educación, había perdido la cabeza. Me imagino que dado lo improbable que esto se hubiera producido, los periodistas en cuestión habrían leído lo que dice la Fiscal en su escrito, para comprobar hasta donde habría llegado la incorreción jurídica de la Fiscal.

Sólo he visto en www.europapress.es la versión no tergiversada de la noticia, pues la Fiscal hace referencia con esas lindezas a las palabras escritas sobre los cuerpos de las asaltantes, para decir que eso lo pueden hacer en todos los sitios que quieran menos allí donde, lo que no es libertad de expresión, ofende.

Pero, así, la noticia ya no tiene el menor interés.

De modo que nos queda mucho por mejorar, pero ¡no sólo en el campo de los políticos!, que es lo que nos dicen los periodistas.

Valentín Cortés

jueves, 5 de mayo de 2016


Jueves 5 de Mayo de 2016

La ex juez Rosell

Esta señora era juez en Canarias; empezó a ser investigada por el Tribunal Superior de Canarias por la comisión de varios delitos. Dejó la judicatura para ser diputada de Podemos. La causa por la que se le investigaba la asumió el Tribunal Supremo, que dictó auto por la que se iniciaba contra ella la investigación judicial. Fue elegida, entonces, integrante de la Diputación Permanente del Congreso y renunció a ese nombramiento una vez que se sabía que las Cortes se iban a disolver por el Rey. Las Cortes se disolvieron antes de ayer y ya ha pedido que el Tribunal Supremo se inhiba y envíe la causa al Tribunal Superior; eso leo en www.larazon.es.

Carnelutti, el gran maestro del procesalismo del siglo pasado, dijo que el proceso era un juego, aunque naturalmente lo que quería decir es que tenía unas reglas fijas e inalterables, como los juegos serios. Es decir, todo lo contrario a un juguete.

La Sra. Rosell utiliza las reglas de ese juego que, mas bien, eso da la sensación, cree que es un juguete.

Valentín Cortés

miércoles, 4 de mayo de 2016


Miércoles 4 de Mayo de 2016.

La ventana indiscreta

Lo leo en www.elconfidencial.com: La Sala Segunda del Tribunal Supremo, con ponencia de su Presidente (Sr. Marchena), ha dejado sin efecto las pruebas consistentes en la observación con gemelos por la policía del interior de una vivienda de narcotraficantes, por considerar que es una prueba ilícita, llevada a cabo sin  orden judicial y violando el derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio que se reconoce en el art. 18.2 de la Constitución. La Sala ha hecho una aplicación seria y sólida del art. 11.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y del art. citado de la Constitución.

Por lo que leo en el diario digital, alguna de las partes ha alegado en el proceso que las cortinas de la ventana estaban descorridas.

Lo más importante de la resolución es que la Sala argumenta que por el hecho de que las cortinas estén descorridas no deja de ser domicilio y que argumentar “lo contrario encierra el riesgo de debilitar el contenido material del derecho a la inviolabilidad del domicilio”. Lo que es de una obviedad tan patente y aplicable como si se mantuviese que se puede entrar en un  domicilio sin autorización judicial por el hecho de que las puertas estén abiertas.

A veces las obviedades son necesarias resaltarlas para quitarnos estereotipos como el que la violación de ese derecho sólo puede llevarse a cabo entrando físicamente en el domicilio de un tercero o que practicar el juego de “la ventana indiscreta” es admisible, divertido, misterioso y hasta una obra de arte. Pero, naturalmente, si quien lo hace es Hitchcock.

Valentín Cortés

martes, 3 de mayo de 2016


Martes 3 de Mayo de 2016 

El mandato cumplido

He oído al Presidente de las Cortes, en una emisora de TV, lamentarse de que los políticos no hayan cumplido el mandato de los electores, que consiste, según él, en llegar a acuerdos.

Los políticos no son más ignorantes que los demás ciudadanos; mantienen el nivel general de la sociedad, sólo que están más expuestos y se les nota más. Y en ese sentido se les nota que desconocen el significado de los conceptos que utilizan. El de mandato lo utilizan con una frecuencia digna de elogio, casi tanto como el de perfil o el de  postureo. Bien es verdad que utilizan mandato en sentido no técnico, pero el mandato es lo que es.

El concepto de mandato es jurídico y absoluto y lo define el art. 1709 del Código Civil diciendo que es un contrato por el que una persona se obliga a prestar algún servicio o a hacer alguna cosa por cuenta o encargo de otra. En ese sentido, no cabe que todos los elegidos estén vinculados por el mismo  mandato, que es lo que se deduce de las palabras del Presidente, porque cada ciudadano ha votado por razones muy distintas. En este símil que utiliza todo dirigente político que se precie, el mandatario, es decir, el diputado y el senador, sólo está vinculado por lo que ofrecía hacer: llevar a cabo su programa. Y ya hemos visto que algunos piensan que no es posible llevar a cabo su programa con según sean las compañías que se pueda elegir en cada momento. Por tanto, todos han cumplido con su obligación, si es que hablamos de mandato.

¡Mandato no es, pues, la palabra adecuada! Yo creo que es mucho más grave, pero eso ya no sería una opinión jurídica, que es lo mío.

Valentín Cortés

viernes, 29 de abril de 2016


Viernes 29 de Abril de 2016

La necesidad de campaña electoral

Mi opinión, al contrario que la de la totalidad de los políticos que se han manifestado en estos días, no es, desde luego, limitar la campaña, sino hacerla desde ahora. Claro está, que no en los términos que me imagino ellos están pensando.

He leído en www.elimparcial.es que tanto el PSOE como Ciudadanos han hablado de la reforma de la Constitución en un foro jurídico, pero, según la noticia, se han reducido al problema catalán, para hablar, uno, de la España federal y, el otro, de la reforma del art. 150.2 de la Constitución, que se refiere a las competencias del Estado cedidas a las Comunidades autónomas, me imagino para racionalizar su utilización y situación actual.

Yo creo que si hay un territorio que pide la independencia poco se puede hacer con la reforma de las Constitución, porque esa desiderata, metodológicamente,  no cabe cubrirla ni negociarla con los parches que proponen uno y otro partido. Habría que hacer una radicalmente nueva Constitución y el problema es si eso lo quieren los españoles.

Pero mientras tanto, los partidos tienen que explicar qué reformas de la Constitución y de las leyes (sobre todo, la electoral) estiman convenientes y necesarias para evitar para siempre el espectáculo de inanidad que hemos sufrido durante estos cuatro meses.

Valentín Cortés