Valentín Cortés Domínguez

Valentín Cortés Dominguez es Catedrático de Derecho Procesal. Ha sido abogado con 47 años de experiencia, conferenciante y autor de múltiples publicaciones jurídicas y de manuales de derecho procesal que son libros de texto en distintas universidades españolas y de América latina.

martes, 10 de noviembre de 2015


Martes 10 de Noviembre de 2015

 

En todos los pleitos la transacción es posible incluso después de la sentencia  

Posiblemente mi formación jurídica deforma mi pensamiento; no lo voy a discutir con nadie que me lo echara en cara.

 Lo digo porque observo que la sociedad española en su conjunto (y, por supuesto, los poderes y potencialidades europeas) se ha tomado el tema de la llamada “desconexión” sin la menor épica, tan querida para los secesionistas. No he oído discursos vibrantes, ni he visto salidas al balcón, concentraciones de masas, hundimientos de mercados, explosiones de júbilo y demás fanfarria y consecuencias de las grandes decisiones.

Mi deformación jurídica me lleva a pensar que la sociedad española, entre la que obvia y principalmente incluyo a la catalana, está esperando la inevitable aplicación del Derecho, que llegará.

En muchas ocasiones he dicho que la torpeza, que creían astucia, de los secesionistas haría inevitable la aplicación del art. 155 de la Constitución; así será. Pero lo que, quizá, todavía puedan modular los secesionistas es el grado de su aplicación (remito a mis lectores a la lectura hoy de www.lavanguardia.com)

Valentín Cortés

 

 

 

lunes, 9 de noviembre de 2015


Lunes 9 de Noviembre de 2015

 

La estupidez y los parlamentarios independentistas catalanes.

El Prof. Cipolla (italiano, catedrático de Historia de la Economía en Berkeley) sabía mucha economía y no menos historia, y tenía un respeto  al derecho digno de encomio. Los parlamentarios independentistas catalanes, los de esta mañana, ni saben historia, ni economía y no respetan el derecho que no les gusta; el que les gusta, se lo inventan.

Si supieran historia y economía no habrían votado lo que hoy han votado, pues sabrían que inexorablemente el Derecho, ese que no les gusta, les propiciará un daño irreparable durante generaciones.

El verdadero estúpido, según Cipolla, (vid. su Allegro ma non troppo) es aquel que para producir un daño al tercero, se produce así mismo un daño de igual o superior intensidad; en nuestro caso, de mucha más intensidad.

 Cipolla mantenía que estúpidos había en todos los estamentos de la sociedad, y en la misma proporción; lo que no podría haber aventurado nunca es que hubiera concentraciones anormales de estúpidos, como la que se produce en el Parlamento catalán.

Valentín Cortés

viernes, 6 de noviembre de 2015


Viernes 6 de Noviembre de 2015

El Tribunal Constitucional ha jugado bien

Decía Carnelutti, el gran procesalista de mediados de siglo pasado, que el proceso es un juego. El proceso cautelar, como el de ayer en el Tribunal Constitucional, es un juego ciertamente difícil y lleno de matices e interpretaciones.

Quizá Carnelutti  decía lo del juego en otro sentido del que nosotros vamos a darle ahora, pero nos vale. El Tribunal Constitucional tiene pendiente con las instituciones catalanas  un juego que tiene varias “manos”. Podía haber hecho una jugada ayer (suspendiendo el pleno del Parlamento Catalán del próximo lunes), o el martes, cuando el Gobierno le plantee la inconstitucionalidad de la decisión del Parlamento catalán acerca de la llamada eufemísticamente “desconexión”.

Dicho esto, ayer la decisión del Tribunal Constitucional hubiera provocado la desobediencia del Parlamento Catalán; el martes, la decisión del Tribunal Constitucional provocará la desobediencia del Parlamento Catalán. Pero, el Tribunal Constitucional juega mejor su papel de la segunda forma (en la segunda baza), porque la decisión, en ese caso, del Tribunal, no está sometida ni a valoraciones ni a interpretaciones: la desobediencia sería al Tribunal, quien  dicta la resolución que taxativamente le marca la legislación vigente: sin matices, sin interpretaciones y por unanimidad. La sanción será, si cabe, más indiscutible.
¡En los juegos, como en el proceso, quien no cumple las normas siempre pierde y es expulsado!

Valentín Cortés

 

jueves, 5 de noviembre de 2015


Jueves 5 de Noviembre de 2015

 

La falta de sentido común de la Junta Electoral Central

No quiero que la cuestión catalana, que todo lo invade, me impida escribir esta opinión sobre la resolución de la Junta Electoral Central que prohíbe que el Gobierno exhiba sus aciertos y éxitos en medios públicos desde la convocatoria de las elecciones. Todo viene a cuento de que en la web del Ministerio de Empleo se recogen unas declaraciones del Secretario de Empleo ponderando los éxitos en  materia laboral obtenidos en esta legislatura.

Bien es verdad que le web de un Ministerio es un medio público que pagamos todos, pero parece que es incuestionable que el Gobierno es un ente público, de los más importantes en el plano constitucional, y que se debe expresar en medios públicos, porque si lo hiciera con coste en medios privados sería acusado de malversar caudales públicos.

Lo que nos insinúa la Junta Electoral Central es que el Gobierno actúa, pero no se expresa, y, sobretodo, no comenta lo que actúa o ha llevado a cabo.

¡Grave carencia de sentido común a la hora de interpretar la Ley!

Valentín Cortés

 

miércoles, 4 de noviembre de 2015


Miércoles 4 de Noviembre de 2015

La fuerza del Estado.

Los periódicos recogen declaraciones de distintos independentistas catalanes denunciando las amenazas, eso dicen, del Estado ( Sra. Vicepresidenta, Sr. Ministro de Hacienda, etc.)

La dinámica jurídica conlleva, inexorablemente, la coacción de la fuerza y la fuerza misma.  Cumplimos con nuestras obligaciones y respetamos las leyes, no sólo porque somos educados y “benéficos”, sino porque estamos amenazados con la fuerza para el caso de que no lo hagamos. El monopolio de esa fuerza la tiene el Estado.

La dinámica independentista catalana de la desobediencia, que me imagino estará preconcebida e ideada, lleva necesariamente a la utilización por el Estado, primero de la coacción de  la fuerza, y después de la fuerza misma. Estamos, en la fase de la coacción y me parece lógico pensar que después vendrá la fuerza, porque si no viene, el Estado se acaba.

La fuerza no tiene  por qué ser física: es fuerza lo que hace doblegarse al desobediente; por eso el art. 155 de la Constitución, con su enunciados amplios (“podrá adoptar las medidas necesarias para obligar….”), y casi premonitorios, es un mecanismo que debe aplicarse a la primera desobediencia, ya anunciada, al Tribunal Constitucional.

Valentín Cortés

martes, 3 de noviembre de 2015


Martes 3 de Noviembre de 2015

La astucia y sus distintas clases.

Desde que el Sr. Homs hablara de la astucia del Sr. Mas, me fijo más en la política catalana en su vertiente jurídica.

Según el Reglamento del Parlamento catalán los grupos parlamentarios se pueden constituir hasta una fecha determinada, que aún no ha llegado a término. El Partido Popular, porque le conviene, no ha constituido su grupo parlamentario. Ello impide que la Presidencia del Parlamento convoque a los grupos parlamentarios. Y ello, por lo que se ve, tiene gran trascendencia política. Se ve que en Cataluña todos son “astutos”.

 La diferencia de esta astucia y la original que maneja en todo momento el Sr. Mas y compañía, es que la astucia del PP no es fraudulenta: es decir, no utiliza una  norma de cobertura para violar otra norma jurídica. El PP ejerce sus derechos en el momento que entiende mejor le conviene dentro del plazo legal: con eso aplica y se vale de una norma, pero no viola ninguna otra. Puede violarla  quien decida valerse de los grupos parlamentarios para tomar decisiones, si hay parlamentarios que aún no se han constituido en Grupo.

Pero, bueno, ya se sabe que  en Cataluña se defiende lo mismo la desobediencia a la legalidad vigente (Convergencia, Esquerra, la CUP) que la no aplicación de la norma que no gusta (Sra. Colau, Alcaldesa de Barcelona).

P.S. Escribo esta entrada antes de que el Parlamento tome la decisión que anuncia toda la prensa digital.

 

Valentín Cortés

lunes, 2 de noviembre de 2015


Lunes 2 de Noviembre de 2015

Demasiada sutileza

He leído en www.elconfidencial.com que el Sr. Rull, que es Coordinador general de Convergencia, ha manifestado a la prensa que “existen Leyes que por muy legales que sean dejan de ser legítimas”. Se refiere la Constitución, la que, (dice), han intentado aplicar, (violentándola, interpretándola pro domo sua, digo yo) y tras el fracaso,  la repudian, porque es un derecho que no les gusta. Ya han dicho que no la van a cumplir, porque igualmente admite que “en ella no cabe la independencia de Cataluña”.

Es curioso como estos señores secesionistas en cuanto hablan del Derecho rezuman totalitarismo en estado puro; plantear el problema del derecho injusto o ilegítimo es un imposible filosófico y sociológico en un  Estado democrático. Sólo en los supuestos históricos de Estados totalitarios, como la Alemania nazi y similares, los teóricos del derecho (por ejemplo, Radbruch, en su “Espíritu del derecho ingles”),  plantearon el supuesto del derecho injusto o ilegitimo. En un Estado democrático no hay mas derecho injusto que el contrario a la Constitución, siendo el Tribunal Constitucional el encargado de decidir si existe o no. ¡Muy lejos, por tanto, del Sr. Rull!

Pero  no  creo que aquellos señores, colegas del Sr. Rull, estén para estas sutilezas jurídicas y, además, democráticas.

Valentín Cortés